sábado, 17 de marzo de 2012

La maldición de la Maruja

             Yo por lo general soy muy ordenado. A veces es un coñazo serlo tanto. Más que ordenado... disciplinado. I mean, que no puedo vivir si no lo hago todo. Eso de tener que hacerlo todo y no dejarte nada... uff. Y me refiero a todo, a TODO. Desde contestar un mail a colgar un cuadro, pasando por escribir mi próximo espectáculo.

       Todo. Yo lo tengo que hacer todo. Todo está en mi cabeza y no se me va, no se me va, no se me va... hasta que lo hago. Y ya pueden pasar años, que no se me va.

 Lo curioso es que siempre dejo lo realmente importante para el final. Aunque siempre lo acabo haciendo.

Achero Mañas me confesó una vez que era tan ordenado que no podía ponerse a escribir hasta que no tuviera todo limpio, fregado y recogido. Le dije: ¡A mi me pasa lo mismo!

             No sé en su caso, pero en el mío creo que me busco obligaciones imaginarias con tal de demorar un poquito más lo que realmente tengo que hacer. Aunque al final siempre lo acabo haciendo.

         Tengo cosas pendientes desde hace años, pero no se me van de la cabeza. Uno debe admitir que es así. Hay gente que se lleva toda la vida sin hacer miles de cosas y vive tan tranquilamente. Yo no puedo. Yo no podría.

      Antes de sentarme a componer, o escribir o lo que sea la casa tiene que estar perfecta. Tengo lo que se podría llamar "la maldición de la Maruja". Me siento al piano y veo un yogur con su cucharita y su tapa arremetida encima de la encimera y... no puedo tocar una nota. Un vistazo alrededor... todo perfecto. A tocar.

             El caso, que creo encontrarme por fin en uno de esos momentos en los que lo tengo todo recogido, limpito, completo, y me voy a poner. Lo tengo claro. No tengo excusa. Todo es ponerse, como dijo Maradona. Una miradita...

                 Vaya, ahora el frigorífico me hace aguas... ¿Y esta lámpara porqué no funciona?

                Lo arreglo y voy.

Comenzamos

Comienzo este nuevo Blog dándoos la bienvenida e invitándoos a que leais las cositas que escribí durante mi reciente viaje a EEUU durante el verano pasado. Lo tenéis en un blog aparte llamado "Viaje a EEUU". Volviendolo a leer me doy cuenta de lo importante que ha sido ese viaje y la cantidad de cambios necesarios que se están dando y que quedan por darse en mi vida. No se qué continuidad tendrá este blog. Me gustaría que tuviera aunque fuera, cierta continuidad. La experiencia de escribir aquél el verano pasado fue muy interesante. Un reencuentro con la escritura que me reveló cosas que habitualmente no salen si no se escriben. Cosas que me han ayudado a empezar esta nueva etapa que se me antoja trepidante. Espero tener tiempo de contaros como van aconteciendo los nuevos proyectos que, os anticipo, sobre el papel son alucinantes. Estoy lleno de ganas y de ilusión y espero contagiaros a todos y que todos lo disfrutéis conmigo. Salud.